domingo, 20 de septiembre de 2009

Visita a las puertas del rio

Hoy tocaba mirar al Guadiana y la Asociación lo realizó de forma distinta y ocurrente, visitando las puertas que en algún momento de su existencia confluían hacia el río.

Puertas que se utilizaban no sólo para entrar y salir de la población, sino que además jugaban un importante papel fiscalizador e incluso sanitario. Algunas de ellas ya no existen y tan solo nos quedan los recuerdo sacados a la luz recientemente por el estudioso profesor D. Julián García Blanco, en un libro que está pendiente de su publicación, aunque puede visitarse en su blog.

Empezamos por la poterna de San Vicente con indicaciones de dos puertas, configuradas por su entorno incluyéndolas en el sistema defensivo de sus murallas a lo largo de su historia.

La puerta del embarcadero, hoy inexistente, por donde el Rey portugués Alfonso Enríquez toma la ciudad de Badajoz en 1169, obligando a los almohades a refugiarse dentro de la alcazaba hasta que fueron liberados por el rey leones Fernando II. En esta puerta fue cuando Alfonso Enríquez al salir tropezó con la puerta y se fracturó la pierna.



La distintas etapas en la construcción de la puerta de nueva, alineándose con el puente, pasando posteriormente a denominarse puerta de palma.
De puerta situada en una torre, a portillo de pelambre, esta puerta terminó siendo un simple aliviadero de agua.
La puerta nueva del río construida en 1765 y situada en las traseras de la Escuela de idiomas, moderna amplia y segura, demolida en 1963 conocida también como de carros. Durante su demolición, se sacaron a la luz restos de una primitiva puerta que estaba debajo de ésta. D. Arcadio Guerra la identificó como la primitiva puerta del rio y la verdadera puerta de la traición donde en 1369 las tropas de Joao I tomaron Badajoz. La otra puerta de la traición fue la del Alpendiz, pero ésta no la visitamos hoy.

Para terminar vimos la puerta de pajaritos o puerta del río (joder que lío), donde Luis de Morales nunca llegó a colocar ningún cuadro suyo y que debe su nombre a una historia local. Otra puerta torre perfectamente dibujada por Silvestre Israel.

La puerta de Yelves restaurada a su manera por Menendez Pidal dándole un carácter excesivamente arabesco y que en absoluto coincide con su historiografía. Puerta en doble recodo que une construcciones primitivas del siglo IX con las reformas de los almohades del s. XII. Junto a ésta vimos la puerta de la consolación, vulgarmente conocida por puerta de carros. Para terminar visitamos la puerta principal del castillo o puerta del capitel, que aunque no mira al Guadiana, tiene una características técnicas de gran valor. Nos vemos.

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