jueves, 1 de abril de 2010

La Comisión de Patrimonio más devaluada y con menos rigor desde su creación.

ÚLTIMO INFORME DE LA COMISIÓN PROVINCIAL DE PATRIMONIO HISTÓRICO EN RELACIÓN CON LA AMPLIACIÓN  DEL MUSEO DE BELLAS ARTES.



    Una vez mas (ver editorial de la revista Sharia num. 65, de 2009)  se ha puesto de manifiesto que la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, órgano deliberante y consultivo de la Consejería de Cultura, a la que pertenece esta Asociación de Amigos de Badajoz con voz y voto, carece de solvencia para emitir dictámenes rigurosos como consecuencia de la falta de libertad de la mayoría de sus miembros, designados a dedo por la Administración Autonómica o la politización de la misma.

    Ahora ha sido con motivo del escrito que el Excmo. Ayuntamiento de Badajoz, ha remitido, a la Consejería mencionada, el día 15 de marzo último, enviándole un ejemplar del proyecto modificado de ampliación del Museo de Bellas Artes con el fin de que por ésta “se adopte la resolución correspondiente”.

    El mismo Ayuntamiento entiende que no se cumple con las previsiones del Plan Especial de Ordenación del Centro Histórico, en lo que concierne a la fachada y al tipo de materiales empleados en el diseño de la misma, debiendo ajustarse a lo dispuesto en el art. 17 de la Ley del Suelo en cuanto debe armonizar con los bienes integrantes del Patrimonio Histórico del entorno de acuerdo con la Ley de la Comunidad Autónoma para la protección de éste.

    En su entorno nos encontramos con multitud de edificios incluidos en el Inventario Arquitectónico Provincial que ponen de manifiesto que se trata de una zona de gran sensibilidad y que merece por consiguiente un  esmerado tratamiento: La Giralda, el propio Museo, la Ermita de la Soledad, las Tres Campanas, el edificio Alvarez y por si esto fuera poco nos hallamos a escasos metros del Convento de Santa Ana, Bien de Interés Cultural al que le corresponde el máximo nivel de protección; hasta los dos escudos que presenta el Convento están catalogados con los números 106 y 107 de dicho Inventario.

    De poco ha servido la contundente exposición, que no vamos a pormenorizar, realizada por la representación de esta Asociación en la Comisión, fundamentada no solo en criterios estéticos, más o menos subjetivos, sino en las leyes aplicables en vigor que, cuando se trata de excesos de los administrados, son corregidas con todo el peso de la Ley, pero en esta Comunidad parece ser que las Administraciones Públicas tienen “patente de corso”, pueden jugar con el dinero público y luego ¡ claro! cuentan con gabinetes jurídicos con sueldos que pagamos entre todos y los particulares, si quieren impugnar ante los tribunales, deben gastarse una “pasta” que, en muchas ocasiones, obliga al desistimiento.

    En honor a la verdad hay que decir que no estuvimos en solitario en nuestro intento de que el informe de la Comisión de Patrimonio celebrada el día 30 próximo pasado fuese desfavorable. Nos acompañó en el empeño el Colegio de Aparejadores y un técnico de la Consejería de Cultura.

    Pero al final se impuso la aritmética y la mayoría designada a dedo, con una honrosa excepción, cumplió con “su trabajo”.